En la nueva y emocionante serie The Savant, producida por su propia compa&ntilde;&iacute;a Freckle Films, la actriz estadounidense ganadora del Oscar asume el papel m&aacute;s desafiante de su carrera.

Fotografía JUANKR JUANKR Estilismo de Sarah Gore Reeves

Son m&aacute;s de las 20:30 de un mi&eacute;rcoles de junio, y Jessica Chastain se relaja despu&eacute;s de un d&iacute;a de rodaje en la costa este de Irlanda. Con su melena pelirroja algo despeinada, su cutis radiante y una sonrisa amplia, nadie imaginar&iacute;a que acaba de salir del set de una pel&iacute;cula de terror. Tras haber protagonizado la pesadilla It: Cap&iacute;tulo Dos y los thrillers sobrenaturales La cumbre escarlata y Mam&aacute;, siempre ha sido una entusiasta del g&eacute;nero y de su motivo recurrente del &ldquo;&uacute;ltimo superviviente&rdquo;. &laquo;Cuando era ni&ntilde;a, no exist&iacute;an muchos personajes femeninos fuertes; pero en las pel&iacute;culas de terror las hero&iacute;nas venc&iacute;an a los monstruos y, al final, sal&iacute;an triunfantes&raquo;, cuenta por Zoom.
Durante m&aacute;s de una d&eacute;cada, la actriz de 48 a&ntilde;os, formada en la tradici&oacute;n cl&aacute;sica, ha forjado una carrera interpretando a mujeres altamente competentes y complejas, un tipo de personaje que raramente ve&iacute;a en la pantalla cuando era ni&ntilde;a. En 2013, su papel como agente de la CIA en La noche m&aacute;s oscura (Zero Dark Thirty) le vali&oacute; un Globo de Oro y abri&oacute; el camino a una serie de expertas de alto nivel que trabajan para el Gobierno estadounidense o que intentan influir en &eacute;l: una cient&iacute;fica de la NASA en Interstellar, una comandante del ej&eacute;rcito en Marte (The Martian) y una despiadada lobista en Washington en El caso Sloane.

M&aacute;s recientemente, se ha transformado radicalmente para dar vida a personajes reales m&aacute;s grandes que la propia vida: desde una esquiadora reconvertida en organizadora de partidas ilegales (Molly&rsquo;s Game), hasta dos Tammys complejas: la cantante de country Tammy Wynette (George &amp; Tammy) y la telepredicadora Tammy Faye Bakker (Los ojos de Tammy Faye), papel que le vali&oacute; el Oscar a Mejor Actriz en 2022. El papel protagonista de Jessica Chastain en la serie de Apple TV+ The Savant, que se estrena este mes, tambi&eacute;n se inspira en una persona real excepcionalmente dotada, pero desconocida y a&uacute;n m&aacute;s empe&ntilde;ada en no ser descubierta. Ni siquiera sus amigos o su familia saben que su profesi&oacute;n consiste en intercambiar mensajes provocadores con desconocidos en Internet. La &ldquo;sabia&rdquo;, como la llaman sus colegas, es una investigadora encargada de vigilar e infiltrarse en c&eacute;lulas extremistas y grupos racistas, en su mayor&iacute;a formados por hombres blancos de clase trabajadora radicalizados en la red y que, en la ficci&oacute;n, planean cr&iacute;menes, atentados terroristas y tiroteos masivos. &laquo;La historia de esta mujer me conmovi&oacute; profundamente&raquo;, afirma la actriz, cuya compa&ntilde;&iacute;a, Freckle Films, coproduce la serie. &laquo;El hecho de que pase la mayor parte del tiempo leyendo horribles comentarios sexistas, racistas y cargados de odio, y que tenga que fingir ser alguien que no es para desenvolverse en esos entornos, todo ello en nombre del bien com&uacute;n, me fascin&oacute;&raquo;.

Jessica Chastain descubri&oacute; a esta mujer en un art&iacute;culo de Cosmopolitan de 2019, escrito por la entonces directora de la revista, Andrea Stanley, quien present&oacute; a la &ldquo;sabia&rdquo; como una exmarine convertida en agente de polic&iacute;a con un talento especial para infiltrarse en situaciones de gran tensi&oacute;n. Con el tiempo, dej&oacute; el cuerpo policial y puso sus habilidades al servicio de la Liga Antidifamaci&oacute;n, una ONG que se ha consolidado como referente en la vigilancia y la lucha contra el extremismo.
En la serie de ocho episodios inspirada en aquel reportaje, algunos elementos del personaje principal son ficticios &mdash;incluido su pasado y su lugar de trabajo&mdash;, tanto para proteger la identidad de la investigadora real como para reforzar el valor narrativo de la historia. Sin embargo, Jessica Chastain y su coproductora Kelly Carmichael consultaron con el FBI y con otras fuerzas de seguridad &laquo;para asegurarse de que todo se hiciera de manera correcta&raquo;, explica Carmichael. Jessica afirma que tambi&eacute;n habl&oacute; con la verdadera inspiraci&oacute;n de la serie, aunque evit&oacute; reproducir su acento para no revelar la regi&oacute;n de la que procede (el art&iacute;culo de Cosmo &uacute;nicamente mencionaba su vida bajo identidad encubierta en un peque&ntilde;o pueblo tranquilo).
En lugar de intentar replicar sus rasgos m&aacute;s caracter&iacute;sticos, Chastain prefiri&oacute; hacerle preguntas m&aacute;s sutiles: sus gustos musicales, las emociones que le provoca su trabajo. &laquo;Y luego, ya maquillada, escuchaba su canci&oacute;n favorita&raquo;, cuenta la actriz. No revela el t&iacute;tulo por respeto a la privacidad de aquella conversaci&oacute;n con la exagente, pero s&iacute; confiesa que se trataba de m&uacute;sica country. &laquo;Escuchar su canci&oacute;n favorita me conectaba con nuestra charla y con lo que me hab&iacute;a confiado; me ayudaba a crear una piel en la que dar vida al personaje&raquo;.

Se trata de un m&eacute;todo que remite a sus a&ntilde;os de formaci&oacute;n en Juilliard, donde ingres&oacute; gracias a una beca financiada por Robin Williams (el actor, fallecido en 2014, tambi&eacute;n hab&iacute;a sido becario de la instituci&oacute;n). Con frecuencia recuerda una clase &ldquo;invaluable&rdquo; sobre construcci&oacute;n de personajes a la que asisti&oacute; durante su primer a&ntilde;o, en 1999. &laquo;Recuerdo que a muchos de mis compa&ntilde;eros de clase no les gustaba, no entend&iacute;an el sentido de aquel ejercicio. Yo comprend&iacute; enseguida que, si quer&iacute;a encarnar personajes que se mueven, hablan y se comportan de manera diferente a m&iacute;, deb&iacute;a entender qu&eacute; nos separa&raquo;, explica. &laquo;Tengo que pensar en ese personaje como una entidad independiente de m&iacute;, y eso significa reflexionar sobre su comida favorita, su m&uacute;sica predilecta, su olor, sus recuerdos de infancia con su madre, etc&eacute;tera&raquo;.
Jessica supo que quer&iacute;a ser actriz desde los 15 a&ntilde;os. Tras asistir a una representaci&oacute;n de Ricardo III en el Festival Shakespeare de Oreg&oacute;n, cuyo protagonista era su futuro compa&ntilde;ero de Juilliard, Marco Barricelli, recuerda haber sentido una revelaci&oacute;n visceral: &laquo;Fue lo m&aacute;s sexy que hab&iacute;a visto en mi vida&raquo;, afirma. &laquo;Era incre&iacute;blemente atractivo. Cuando interpretaba, me impactaba casi hasta el desconcierto&hellip; Me hac&iacute;a sentir m&aacute;s adulta&raquo;.

El camino de Jessica hacia Juilliard no fue nada convencional. Suspendi&oacute; la secundaria, tan cautivada por el teatro shakespeariano que prefer&iacute;a saltarse las clases para leer obras completas. &laquo;No era un pasatiempo noble e intelectual&raquo;, insiste ella. &laquo;Sent&iacute;a una aut&eacute;ntica emoci&oacute;n con ese lenguaje, con esas interpretaciones, que me empujaban a leer m&aacute;s y m&aacute;s. Shakespeare, para m&iacute;, era como las novelas rom&aacute;nticas, &iquest;sabes?&raquo;.
Finalmente se matricul&oacute; en la universidad de Sacramento, la ciudad donde creci&oacute;. En un principio hab&iacute;a imaginado mudarse a Hollywood para trabajar en el cine, pero cambi&oacute; de idea tras un viaje a Nueva York a los 18 a&ntilde;os. &laquo;Tengo una foto m&iacute;a caminando frente al Lincoln Center; al fondo se ve Juilliard. No ten&iacute;a ni idea de que acabar&iacute;a all&iacute;&raquo;, cuenta. &laquo;Fue amor a primera vista. Supe que ese era mi lugar&raquo;.
Tras graduarse en Juilliard, Jessica consigui&oacute; algunos papeles menores en televisi&oacute;n, en Urgencias y en Ley y orden, y unos a&ntilde;os m&aacute;s tarde obtuvo roles m&aacute;s significativos en Take Shelter, El &aacute;rbol de la vida y Criadas y se&ntilde;oras, todas en 2011. Las dos &uacute;ltimas fueron nominadas al Oscar a Mejor Pel&iacute;cula, y ella tambi&eacute;n recibi&oacute; nominaci&oacute;n por Criadas y se&ntilde;oras. La cr&iacute;tica no tard&oacute; en fijarse. &laquo;&iquest;Qu&eacute; otra actriz joven ha acumulado semejante repertorio de papeles?&raquo;, se preguntaba el cr&iacute;tico estadounidense Roger Ebert en su rese&ntilde;a de Take Shelter, a la que otorg&oacute; cuatro estrellas.

Pero pese al reconocimiento, los papeles que recib&iacute;a eran repetitivos: esposas abnegadas que animaban al marido. Decidi&oacute; entonces buscar personajes inc&oacute;modos, implacables, incluso desagradables. As&iacute; llegaron Mam&aacute; y La cumbre escarlata. M&aacute;s tarde, ya con m&aacute;s influencia, luch&oacute; por abrir espacio a mujeres y minor&iacute;as, antes incluso de que irrumpieran movimientos como #MeToo o Time&rsquo;s Up. En 2016 fund&oacute; su propia productora, Freckle Films, con la misi&oacute;n de contar historias centradas en mujeres y colectivos infrarrepresentados. &laquo;Todo lo que hacemos debe ser apasionado&raquo;, explica Carmichael.
En casi diez a&ntilde;os, la industria ha cambiado profundamente. El #MeToo ha sufrido reacciones adversas y los avances en diversidad se han ralentizado. Pero eso no la frena: &laquo;Lo que creo puede ser un acto pol&iacute;tico&raquo;, afirma Chastain.
En los casi diez a&ntilde;os transcurridos desde el lanzamiento de Freckle Films, la industria cinematogr&aacute;fica ha cambiado dr&aacute;sticamente, junto con la cultura que la rodea. El movimiento #MeToo ha sufrido una reacci&oacute;n violenta, y los avances hacia una mayor inclusi&oacute;n y diversidad se han ralentizado considerablemente, si no revertido. Pero eso no desanima a Jessica Chastain . "No he encontrado ninguna resistencia &mdash;toco madera&mdash; hasta ahora, porque la gente que conozco tiene ideas interesantes, temas que me apasionan, y mi presentaci&oacute;n no es... Necesitamos hacer m&aacute;s pel&iacute;culas con mujeres, Personajes femeninos, y por eso estamos haciendo este proyecto. Digo: &laquo;Esta historia es genial. Sigo siendo, ante todo, una creadora. Pero lo que creo puede ser un acto pol&iacute;tico&raquo;.

Las pel&iacute;culas que protagoniz&oacute; aquel a&ntilde;o eran muy diferentes entre s&iacute;, pero los personajes de Jessica Chastain ten&iacute;an algo en com&uacute;n: todas eran amas de casa entregadas. La actriz ya era considerada una superestrella, seg&uacute;n un perfil publicado en The New York Times, y empezaba a figurar en portadas de revistas orientadas a Hollywood; sin embargo, los papeles que llegaban a su bandeja de entrada no eran demasiado variados. &laquo;La esposa leal que apoya y anima a su marido mientras &eacute;l hace cosas interesantes&raquo;, resume con iron&iacute;a. Entonces empez&oacute; a buscar guiones que le permitieran encarnar a mujeres desagradables, inflexibles, incluso despreciables (de ah&iacute; las pel&iacute;culas de terror Mam&aacute; y La cumbre escarlata). A medida que ganaba influencia en la industria, comenz&oacute; a hacer campa&ntilde;a para que hubiera m&aacute;s mujeres y minor&iacute;as en pantalla. &laquo;Esto fue antes de MeToo, Time&rsquo;s Up y todas estas iniciativas&raquo;, recuerda. Pero fue cuando la gente empez&oacute; a preguntarle por su plan concreto para lograrlo, m&aacute;s all&aacute; de su propia carrera, cuando decidi&oacute; lanzar su propia productora en 2016. Freckle Films, cuya misi&oacute;n es desarrollar proyectos centrados en mujeres y colectivos infrarrepresentados, ha producido televisi&oacute;n (George &amp; Tammy), cine (Los ojos de Tammy Faye) y hasta un p&oacute;dcast de ficci&oacute;n con Audible (The Space Within), entre otros. &laquo;Siempre buscamos proyectos que promuevan historias de mujeres y trabajamos con directoras&raquo;, afirma Kelly Carmichael, presidenta de producci&oacute;n y desarrollo de Freckle Films, quien a&ntilde;ade que Jessica est&aacute; muy involucrada: lee guiones y aporta comentarios. &laquo;Como empresa peque&ntilde;a, todo lo que hacemos debe ser apasionado, porque para nosotros no se trata de producir mucho, sino de priorizar la calidad frente a la cantidad&raquo;.

Créditos: PELUQUERO Renato Campora @ KALPANA MAQUILLAJE Kristofer Buckle @ OPUS BEAUTY PRODUCCIÓN Danielle Ellsworth ASISTENTE DE FOTO Beka Maglakelidze ASISTENTES DE ESTILISMO B. Domínguez, Grace Cardozo y Rickey Webster

Jessica Chastain: «Lo que creo puede ser un acto político»

Entradas recomendadas

News